- Área: 32470 m²
- Año: 2007
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Fotografías:Hisao Suzuki
La proporción de la manzana es muy vertical. Nueve plantas son muchas para las dimensiones del patio de manzana. La primera decisión es intentar esponjar al máximo la edificación adaptándola a la máxima envolvente posible: la resultante de volar metro y medio todas las fachadas hacia la calle, con un fondo de edificación que permita las viviendas con ventilación cruzada. La segunda es romper la idea de un patio de manzana cerrado y desvincular el volumen de la alineación curva en el tramo de contacto con la plaza.
Nuestra solución intenta huir de la solución inmediata de la manzana como un anillo continuo y cerrado de nueve plantas. Pretendemos introducir en ella el espíritu del bloque abierto; edificios que se enfrentan, aproximan o superponen definiendo espacios pero sin encerrarlos; crear un patio de manzana que se abre al espacio de la calle para fundirse con ella y mejorar las condiciones de habitabilidad tanto del patio como del interior de las viviendas; facilitar que la mirada desde el interior del patio pueda atrapar un fragmento de horizonte.
La manzana se fragmenta en su parte superior para constituirse con cuatro cuerpos. Tres prismas lineales y una torre descansan sobre un zócalo de tres plantas de altura. Los diferentes colores de cada cuerpo refuerzan la idea de un conjunto constituido por elementos independientes. Vitoria tiene un clima húmedo y frío. La mayor de las aberturas hacia la calle se realiza en la fachada sur para facilitar el soleamiento del patio. El espacio exterior que se cuela al interior del patio de manzana abrazando a la torre y huye en las esquinas opuestas por las separaciones entre los boques lineales. La mirada al igual que la brisa, escapa del interior del patio.
Las fachadas son transventiladas, con piezas cerámicas en las plantas inferiores y paneles ligeros en las superiores. En ambos casos hemos trabajado con la idea del camuflaje. En las plantas inferiores mediante un pixelado que, haciendo uso de casi todo el catálogo de color de la pieza cerámica, disuelve los contornos de las ventanas. En los bloques superiores mediante unas contraventanas del mismo material y color de las fachadas cuyo movimiento, al abrirse descubre los huecos y al cerrarse los oculta. De este modo, las viviendas cambian con el día, la noche, el sol y la actividad interior.